Encontrados 720 resultados para: ley

  • las mujeres en las reuniones que se callen, pues no les está permitido hablar; deben estar sometidas a sus maridos, como dice la ley. (I Corintios 14, 34)

  • El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. (I Corintios 15, 56)

  • a pesar de que esos falsos hermanos intrusos se habían infiltrado entre nosotros para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y hacernos esclavos de la ley. (Gálatas 2, 4)

  • pero sabemos que nadie se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo; nosotros creemos en Cristo Jesús para ser justificados por la fe de Cristo, no por las obras de la ley; porque nadie será justificado por las obras de la ley. (Gálatas 2, 16)

  • Pues yo, por la ley, he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo; (Gálatas 2, 19)

  • No rechazo la gracia de Dios; pues si la justicia se obtiene por la ley, entonces Cristo murió inútilmente. (Gálatas 2, 21)

  • Solamente quiero saber esto de vosotros: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por haber aceptado la fe que os anunciaron? (Gálatas 3, 2)

  • Pues el que os da el Espíritu y obra milagros en vosotros, ¿lo hace porque cumplís la ley o porque habéis aceptado la fe que os anunciaron? (Gálatas 3, 5)

  • Pero los que se atienen al cumplimiento de la ley están bajo maldición, como dice la Escritura: Maldito sea el que no cumple todo lo que está escrito en la ley. (Gálatas 3, 10)

  • Es claro que nadie se justifica ante Dios por la ley, porque el justo vivirá gracias a la fe. (Gálatas 3, 11)

  • Pero la ley no procede de la fe, sino que dice: El que cumpla estos preceptos, por ellos vivirá. (Gálatas 3, 12)

  • Cristo nos liberó de la maldición de la ley, haciéndose maldición por nosotros, como dice la Escritura: Maldito el que está colgado en un madero, (Gálatas 3, 13)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina