Encontrados 406 resultados para: espada afilada

  • ¡Ay del pastor infiel que abandona las ovejas! ¡Que la espada venga sobre su brazo y sobre su ojo derecho! ¡Que su brazo se seque y que su ojo derecho quede completamente ciego! (Zacarías 11, 17)

  • Pero entonces infundiré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de buena voluntad y de súplica. Volverán sus ojos hacia el que traspasaron con la espada y harán luto por él como por un hijo único. Y llorarán por Jerusalén como se llora por el primogénito. (Zacarías 12, 10)

  • Espada, despiértate contra mi pastor y contra el hombre de mi compañía, palabra del Señor omnipotente. Hiere al pastor y las ovejas se dispersarán, yo volveré mis manos aún contra los más débiles. (Zacarías 13, 7)

  • "No penséis que he venido a traer la paz al mundo; no he venido a traer paz, sino espada. (Mateo 10, 34)

  • Uno de los que estaban con Jesús sacó la espada, dio un golpe al criado del sumo sacerdote y le cortó una oreja. (Mateo 26, 51)

  • Jesús le dijo: "Vuelve la espada a su sitio, que todos los que manejan espada a espada morirán. (Mateo 26, 52)

  • Pero uno de los que estaban con Jesús sacó la espada, dio un golpe al criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja. (Marcos 14, 47)

  • para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón". (Lucas 2, 35)

  • Caerán al filo de la espada, irán prisioneros a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos hasta que llegue a su fin el tiempo de los paganos". (Lucas 21, 24)

  • Y añadió: "Ahora, el que tenga bolsa que la tome, y lo mismo la alforja; y el que no tenga, venda su manto y compre una espada. (Lucas 22, 36)

  • Los que estaban con él, viendo lo que iba a ocurrir, le dijeron: "Señor, ¿les damos con la espada?". (Lucas 22, 49)

  • Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó, dio un golpe al criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. El criado se llamaba Malco. (Juan 18, 10)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina