Encontrados 100 resultados para: botín

  • Los israelitas que volvían de la matanza se adueñaban del resto. Las alquerías y las aldeas de la montaña y de la llanura obtuvieron un gran botín, pues la abundancia era enorme. (Judit 15, 7)

  • Quisieron incendiar mi tierra, pasar a los jóvenes al filo de la espada, estrellar contra el suelo a los niños de pecho, llevarse como botín a los muchachos y raptar a las doncellas. (Judit 16, 4)

  • En las cartas, el rey concedía a los judíos, fuera cualquiera la ciudad en que habitasen, el derecho de unirse para defender la propia vida, y de matar, exterminar y acabar con las personas armadas de cualquier pueblo o provincia que los atacasen, incluidos las mujeres y los niños, así como de apoderarse del botín. (Ester 8, 11)

  • "Los reyes escapan, los ejércitos huyen, las mujeres en casa reparten el botín: (Salmos 68, 13)

  • Eres deslumbrante, poderoso, por las montañas de botín. (Salmos 76, 5)

  • Yo me siento feliz con tu promesa, como el que encuentra un gran botín. (Salmos 119, 162)

  • Almacenaron armas y víveres, reunieron el botín recogido en Jerusalén y se convirtieron en un enclave molesto, (I Macabeos 1, 35)

  • sus objetos preciosos llevados como botín. Sus hijos muertos en las plazas, y sus jóvenes, pasados por la espada enemiga. (I Macabeos 2, 9)

  • Recogieron el botín, y Judas se quedó con la espada de Apolonio y la llevó siempre a la guerra. (I Macabeos 3, 12)

  • dijo al pueblo: "No recojáis el botín, porque se prepara otra batalla. (I Macabeos 4, 17)

  • Gorgias está con su ejército en los montes cercanos. Manteneos firmes ante nuestros enemigos y luchad contra ellos; después recogeréis tranquilamente el botín". (I Macabeos 4, 18)

  • Judas declaró entonces la guerra a los descendientes de Esaú en Idumea, en Acrabatene, porque asediaban a los israelitas. Les infligió una fuerte derrota, los humilló y se apoderó de su botín. (I Macabeos 5, 3)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina