Encontrados 650 resultados para: batalla en el cielo

  • Salió Gaal a la cabeza de los nobles de Siquén y entabló batalla con Abimelec. (Jueces 9, 39)

  • Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad, dio la batalla a Efraín, y los hombres de Galaad vencieron a los de Efraín. Los de Efraín decían que los de Galaad, que vivían entre Efraín y Manasés, eran fugitivos de Efraín. (Jueces 12, 4)

  • Cuando subía la llama del altar hacia el cielo, el ángel del Señor subió en la misma llama a la vista de Manóaj y de su mujer, que cayeron rostro en tierra. (Jueces 13, 20)

  • para luchar contra Benjamín, colocándose en orden de batalla contra ellos. (Jueces 20, 20)

  • Entonces los israelitas se hicieron fuertes y volvieron a presentar batalla en el mismo lugar del día anterior. (Jueces 20, 23)

  • al tercer día marcharon contra los de Benjamín y se pusieron en orden de batalla frente a Guibeá, como las otras veces. (Jueces 20, 30)

  • Entonces, mientras los israelitas se movieron de su puesto y se pusieron en orden de batalla en Baal Tamar, la emboscada de Israel surgió de su puesto al poniente de Guibeá. (Jueces 20, 33)

  • Los israelitas volvieron la espalda en el combate. Benjamín había matado a unos treinta hombres de Israel y se decía: "Están vencidos ante nosotros, como en la batalla anterior". (Jueces 20, 39)

  • Pero entonces comenzó a levantarse de la ciudad la señal, una columna de humo; y Benjamín, volviendo los ojos atrás, se dio cuenta del incendio de la ciudad, que subía al cielo. (Jueces 20, 40)

  • El Señor aniquila a sus contrarios, el altísimo truena desde el cielo; el Señor juzga los confines de la tierra, dará fuerza a su rey y levantará la frente de su ungido". (I Samuel 2, 10)

  • Los filisteos se pusieron en orden de batalla. El combate fue duro, e Israel fue derrotado por los filisteos; cayeron en el campo de batalla cerca de cuarenta mil hombres. (I Samuel 4, 2)

  • La gente que no había muerto estaba afligida con tumores. El clamor de la ciudad llegaba hasta el cielo. (I Samuel 5, 12)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina