Encontrados 143 resultados para: batalla de Amasías

  • El resto de la historia de Joás, todo lo que hizo y su valor cuando luchó contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 13, 12)

  • El año segundo de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel, Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, empezó a reinar. (II Reyes 14, 1)

  • Amasías mandó a decir a Joás, hijo de Joacaz y nieto de Jehú, rey de Israel: "¡Ven, que nos veamos las caras!". (II Reyes 14, 8)

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Da tu hija por esposa a mi hijo. Pero pasaron las fieras del Líbano y pisotearon el cardo. (II Reyes 14, 9)

  • Pero Amasías no hizo caso, y entonces Joás, rey de Israel, fue y se vieron las caras él y Amasías, rey de Judá, en Bet Semes de Judá. (II Reyes 14, 11)

  • Joás, rey de Israel, hizo prisionero en Bet Semes a Amasías, rey de Judá; luego llegó a Jerusalén y abrió en sus murallas una brecha de doscientos metros, desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo; (II Reyes 14, 13)

  • El resto de la historia de Joás, lo que hizo y su valor cuando luchó contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 14, 15)

  • Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió todavía quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. (II Reyes 14, 17)

  • El resto de la historia de Amasías está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 14, 18)

  • Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Azarías, que tenía dieciséis años, y lo proclamó rey en lugar de su padre Amasías. (II Reyes 14, 21)

  • El año quince de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel, subió al trono en Samaría. Reinó cuarenta y un años. (II Reyes 14, 23)

  • El año veintisiete de Jeroboán, rey de Israel, subió al trono Azarías, hijo de Amasías, rey de Judá. (II Reyes 15, 1)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina