Encontrados 162 resultados para: animales salvajes
pues los animales terrestres se volvían acuáticos, y los que nadan se trasladaban a la tierra. (Sabiduría 19, 19)
Las llamas, por el contrario, no consumían las carnes de endebles animales que en ellas se movían, ni se derretía aquel alimento celestial, semejante al rocío y tan frágil como él. (Sabiduría 19, 21)
Allí no existen más que obras extraordinarias y maravillosas, mil géneros de animales y monstruos marinos. (Eclesiástico 43, 25)
Pues el palacio está desierto, el bullicio de la ciudad ha enmudecido, el Ofel y la torre de guardia se han convertido para siempre en cavernas, en solaz de los asnos salvajes y pasto de los rebaños. (Isaías 32, 14)
Gatos salvajes y hienas se darán allí cita, y los sátiros se reunirán; también allí se tumbará Lilit, y encontrará su lugar de reposo. (Isaías 34, 14)
No es suficiente el Líbano para procurar leña, ni bastan sus animales para el holocausto. (Isaías 40, 16)
Bel vacila, Nebo se desploma; sus ídolos son carga de animales y bestias, llevados como fardos sobre bestias extenuadas. (Isaías 46, 1)
Por eso, esto dice el Señor: He aquí que mi cólera, mi furor, se va a desencadenar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra. Y quemará sin apagarse. (Jeremías 7, 20)
Alzad sobre los montes llantos y lamentos, una elegía por los pastizales de la estepa, pues han sido abrasados y nadie pasa ya por ellos ni se siente el mugir de los ganados. Aves del cielo y animales han huido, se han ido. (Jeremías 9, 9)
Los asnos salvajes, tendidos sobre las colinas peladas, aspiran el aire como los chacales, mientras sus ojos palidecen por falta de pasto. (Jeremías 14, 6)
Morirán de mala muerte; no serán llorados ni sepultados, sino que quedarán como estiércol en el campo; perecerán por la espada y el hambre, y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias salvajes". (Jeremías 16, 4)
Yo, con mi gran fuerza y desplegando mi poder he hecho la tierra, los hombres y los animales que existen sobre ella, y se la doy a quien quiero. (Jeremías 27, 5)