Encontrados 11 resultados para: Melquisedec
Melquisedec, rey de Salén, sacó pan y vino; era él sacerdote del Dios altísimo, y (Génesis 14, 18)
El Señor lo ha jurado y no se vuelve atrás: "Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec". (Salmos 110, 4)
Como dice también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec. (Hebreos 5, 6)
pues fue proclamado por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec. (Hebreos 5, 10)
donde, como precursor nuestro, entró Jesús, convertido en sumo sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec. (Hebreos 6, 20)
En efecto, este Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, que salió al encuentro de Abrahán cuando éste volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, (Hebreos 7, 1)
Y, por decirlo así, fue el mismo Leví, quien ahora cobra la décima parte de los bienes, el que, en la persona de Abrahán pagó a Melquisedec esa décima parte, (Hebreos 7, 9)
pues Leví estaba ya en las entrañas de su padre Abrahán cuando le salió al encuentro Melquisedec. (Hebreos 7, 10)
Por consiguiente, si la perfección hubiese sido realizada por el sacerdocio levítico -ya que por su medio el pueblo recibió la ley-, ¿qué necesidad habría entonces de que surgiese otro sacerdote a la manera de Melquisedec, y que no lo fuese según el orden de Aarón? (Hebreos 7, 11)
Y esto se hace todavía más evidente si, a semejanza de Melquisedec, surge otro sacerdote (Hebreos 7, 15)
Porque de él se ha dado este testimonio: Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec. (Hebreos 7, 17)