Encontrados 332 resultados para: Ejército

  • Cuando oigas ruido de pasos por las copas de las balsameras, ataca rápidamente, porque Dios irá delante de ti para derrotar al ejército filisteo". (I Crónicas 14, 15)

  • Cuando Tou, rey de Jamat, supo que David había derrotado a todo el ejército de Hadadézer, rey de Sobá, (I Crónicas 18, 9)

  • Joab, hijo de Sarvia, era el jefe de su ejército; Josafat, hijo de Ajilud, era cronista; (I Crónicas 18, 15)

  • Cuando David lo supo, mandó a Joab con todo su ejército y los héroes. (I Crónicas 19, 8)

  • Joab, viendo que tenía dos frentes, uno delante y otro detrás, seleccionó la flor y nata del ejército de Israel y los puso en orden de batalla frente a los sirios; (I Crónicas 19, 10)

  • y el resto del ejército, bajo la dirección de su hermano Abisay, lo enfrentó con los amonitas. (I Crónicas 19, 11)

  • Joab y su ejército se lanzaron al ataque contra los sirios, y éstos huyeron ante ellos. (I Crónicas 19, 14)

  • Los sirios, viendo que habían sido derrotados por Israel, mandaron a buscar a los sirios del otro lado del Éufrates; se puso al frente de ellos Sofac, general en jefe del ejército de Hadadézer. (I Crónicas 19, 16)

  • Al año siguiente, al tiempo en que suelen salir los reyes de campaña, Joab, a la cabeza de un gran ejército, marchó contra la tierra de los amonitas y la devastó. Luego puso asedio a Rabá, mientras David estaba en Jerusalén. Joab se apoderó de Rabá y la destruyó. (I Crónicas 20, 1)

  • Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas. Lo mismo hizo con todas las ciudades amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (I Crónicas 20, 3)

  • David y los jefes del ejército seleccionaron también para el servicio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Yedutún, profetas que se acompañaban de cítaras, arpas y címbalos. Se hizo el censo de estos hombres entregados a sus servicios. (I Crónicas 25, 1)

  • Este Selomit y sus hermanos fueron constituidos superintendentes de todos los depósitos de cosas santas consagradas por David y por los jefes de familias en calidad de jefes de millares, de centurias y jefes del ejército, (I Crónicas 26, 26)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina