Encontrados 1173 resultados para: Alegría de David

  • Por tanto, hermanos míos queridísimos, mi alegría y mi corona, manteneos firmes en el Señor, queridos míos. (Filipenses 4, 1)

  • He sentido una gran alegría en el Señor porque habéis reavivado vuestros sentimientos por mí; vosotros los sentíais, pero no habíais tenido ocasión de manifestarlos. (Filipenses 4, 10)

  • dotados de una fortaleza a toda prueba por el poder de su gloria para así soportar todo con alegría y con paciencia; (Colosenses 1, 11)

  • Cuando me acuerdo de tus lágrimas, me entran ganas de ir a verte para llenarme de alegría, (II Timoteo 1, 4)

  • Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, del linaje de David, según el evangelio que predico, (II Timoteo 2, 8)

  • Tu amor me ha colmado de alegría y de consuelo, porque, gracias a ti, hermano, el corazón de los creyentes se ha tranquilizado. (Filemon 1, 7)

  • Has amado la justicia y odiado la iniquidad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría con preferencia a tus compañeros. (Hebreos 1, 9)

  • de nuevo Dios fija un día, un "hoy", diciendo por David, después de tanto tiempo, lo que ya ha sido dicho: ¡Hoy, si oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones!... (Hebreos 4, 7)

  • Pues si Josué les hubiese procurado el reposo, (David) no hubiese hablado después de esto de otro día. (Hebreos 4, 8)

  • Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente. (Hebreos 10, 34)

  • ¿Y qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y los profetas, (Hebreos 11, 32)

  • Obedeced a vuestros jefes y estadles sumisos, porque ellos cuidan de vuestras vidas, de las cuales deberán dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no con lágrimas, lo que no os beneficiaría nada. (Hebreos 13, 17)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina