Encontrados 202 resultados para: nuevo comienzo

  • Gedeón dijo a Dios: «No te irrites contra mí si me atrevo a hablar de nuevo. Por favor, quisiera hacer por última vez la prueba con el vellón: que quede seco sólo el vellón y que haya rocío por todo el suelo.» (Jueces 6, 39)

  • Gedeón y los cien hombres que le acompañaban llegaron al extremo del campamento al comienzo de la guardia de la medianoche, cuando acababan de hacer el relevo de los centinelas; tocaron los cuernos y rompieron los cántaros que llevaban en la mano. (Jueces 7, 19)

  • Jefté envió de nuevo mensajeros al rey de los ammonitas (Jueces 11, 14)

  • Ellas rompieron a llorar de nuevo; después Orpá besó a su suegra y se volvió a su pueblo, pero Rut se quedó junto a ella. (Rut 1, 14)

  • Así fue como regresó Noemí, con su nuera Rut la moabita, la que vino de los campos de Moab. Llegaron a Be1len al comienzo de la siega de la cebada. (Rut 1, 22)

  • Pero Saúl envió de nuevo los emisarios para ver a David y les dijo: «Traédmelo en su lecho, para matarlo.» (I Samuel 19, 15)

  • Juró de nuevo Jonatán a David por el amor que le tenía, pues le amaba como a sí mismo. (I Samuel 20, 17)

  • David consultó de nuevo a Yahveh. Yahveh respondió: «Levántate, baja a Queilá porque he entregado a los filisteos en tus manos.» (I Samuel 23, 4)

  • Insistió de nuevo Abner diciendo a Asahel: «¡Apártate de mí! ¿Por qué he de derribarte en tierra? ¿Cómo podré alzar la vista ante tu hermano Joab?» (II Samuel 2, 22)

  • Reunió de nuevo David a todo lo mejor de Israel, 30.000 hombres. (II Samuel 6, 1)

  • Insistió de nuevo Ajimaas, hijo de Sadoq, y dijo a Joab: «Pase lo que pase, yo también quiero correr tras el kusita.» Joab le dijo: «¿Para qué vas a correr, hijo mío? aunque vayas, por esta noticia no te van a dar albricias.» (II Samuel 18, 22)

  • y los puso en manos de los gagaonitas que los despeñaron en el monte ante Yahveh. Cayeron los siete a la vez; fueron muertos en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la siega de la cebada. (II Samuel 21, 9)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina