Encontrados 1103 resultados para: vio

  • Pero Pablo respondió a los inspectores: «Ellos nos hicieron azotar públicamente sin juicio previo, a nosotros que somos ciudadanos romanos, y nos pusieron en la cárcel. ¡Y ahora nos quieren hacer salir a escondidas! ¡De ninguna manera! Que vengan ellos en persona a dejarnos en libertad». (Hechos 16, 37)

  • Envió a Macedonia a dos de sus colaboradores, Timoteo y Erasto, y él permaneció en Asia un tiempo más. (Hechos 19, 22)

  • Porque corremos el riesgo de ser acusados de sediciosos, a causa de lo que acaba de suceder, ya que no tenemos ningún motivo para justificar este tumulto». Y con estas palabras, disolvió la asamblea. (Hechos 19, 40)

  • Volvió a subir, partió el pan y comió. Luego siguió hablando mucho tiempo hasta el amanecer; y después salió. (Hechos 20, 11)

  • Al llegar a la escalinata, los soldados tuvieron que alzarlo debido a la violencia de la multitud, (Hechos 21, 35)

  • Entonces Pablo replicó: «A ti te golpeará Dios, hipócrita. ¡Tú te sientas allí para juzgarme según la Ley y, violando la Ley, me haces golpear!». (Hechos 23, 3)

  • Como la disputa se hacía cada vez más violenta, el tribuno, temiendo por la integridad de Pablo, mandó descender a los soldados para que lo sacaran de allí y lo llevaran de nuevo a la fortaleza. (Hechos 23, 10)

  • Aquí te envío a un hombre que fue detenido por los judíos, y cuando ya lo iban a matar, enterándome de que era ciudadano romano, intervine con mis soldados y pude rescatarlo. (Hechos 23, 27)

  • pero intervino el tribuno Lisias, que lo arrancó violentamente de nuestras manos (Hechos 24, 7)

  • y nunca se me vio ni en el Templo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad, discutiendo con alguien o amotinando a la gente. (Hechos 24, 12)

  • Te libraréde los judíos y de las naciones paganas. A ellas te envío (Hechos 26, 17)

  • Desde hacía varios días no se veía el sol ni las estrellas, y la tormenta seguía con la misma violencia, de modo que ya habíamos perdido toda esperanza de salvación. (Hechos 27, 20)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina