Encontrados 804 resultados para: nombre de Abram

  • El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor. (Exodo 34, 5)

  • Las piedras eran doce en total, como los nombres de los hijos de Israel, y cada una llevaba grabado el nombre de una de las doce tribus, como se graban los sellos. (Exodo 39, 14)

  • Del mismo modo, el sacerdote que ofrece el holocausto en nombre de alguna persona, se quedará con el cuero de la víctima que ofreció. (Levítico 7, 8)

  • No entregarás a ninguno de tus descendientes para inmolarlo a Moloc, y no profanarás el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor. (Levítico 18, 21)

  • No jurarán en falso por mi Nombre, porque profanarían el nombre de su Dios. Yo soy el Señor. (Levítico 19, 12)

  • Yo volveré mi rostro contra ese hombre y lo extirparé de su pueblo, porque él dio un descendiente suyo a Moloc, y así manchó mi Santuario y profanó mi santo Nombre. (Levítico 20, 3)

  • Estarán consagrados a su Dios y no profanarán el nombre de su Dios; porque son los que presentan las ofrendas que se queman para el Señor -el alimento de su Dios- y por eso deben ser santos. (Levítico 21, 6)

  • Instruye a Aarón y a sus hijos, para que tengan mucho cuidado con los dones sagrados que me consagran los israelitas, no sea que profanen mi santo Nombre. Yo soy el Señor. (Levítico 22, 2)

  • No profanen mi santo Nombre, para que yo sea santificado en medio de los israelitas. Yo soy el Señor, que los santifico, (Levítico 22, 32)

  • el hijo de la israelita blasfemó contra el Nombre, pronunciando una maldición. Entonces lo llevaron ante Moisés -su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, y era de la tribu de Dan- . (Levítico 24, 11)

  • El que pronuncie una blasfemia contra el nombre del Señor será castigado con la muerte: toda la comunidad deberá matarlo a pedradas. Sea extranjero o nativo, si pronuncia una blasfemia contra el Nombre, será castigado con la muerte’". (Levítico 24, 16)

  • Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré. (Números 6, 27)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina