Encontrados 470 resultados para: justicia divina
Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, (Tito 2, 12)
no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo. (Tito 3, 5)
Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el óleo de la alegría, prefiriéndote a tus compañeros. Tú, Señor, al principio fundaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. (Hebreos 1, 9)
Ahora bien, el que se alimenta de leche no puede entender la doctrina de la justicia, porque no es más que un niño. (Hebreos 5, 13)
y Abraham le entregó la décima parte de todo el botín. El nombre de Melquisedec significa, en primer término, «rey de justicia»; y él era, además, rey de Salém, es decir, «rey de paz». (Hebreos 7, 2)
Por la fe, Noé, al ser advertido por Dios acerca de lo que aún no se veía, animado de santo temor, construyó un arca para salvar a su familia. Así, por esa misma fe, condenó al mundo y heredó la justicia que viene de la fe. (Hebreos 11, 7)
Ellos, gracias a la fe, conquistaron reinos, administraron justicia, alcanzaron el cumplimiento de las promesas, cerraron las fauces de los leones, (Hebreos 11, 33)
Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella. (Hebreos 12, 11)
La ira del hombre nunca realiza la justicia de Dios. (Santiago 1, 20)
Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que trabajan por la paz. (Santiago 3, 18)
Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados. (I Pedro 2, 24)
Dichosos ustedes, si tienen que sufrir por la justicia. No teman ni se inquieten: (I Pedro 3, 14)