Encontrados 348 resultados para: dioses extranjeros
No se volverán hacia los ídolos ni se fabricarán dioses de metal fundido. Yo soy el Señor, su Dios. (Levítico 19, 4)
Él será para ustedes como uno de sus compatriotas y lo amarás como a ti mismo, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor, su Dios. (Levítico 19, 34)
Tú les dirás a los israelitas: Cualquier hombre entre ustedes, o entre los extranjeros residentes en Israel, que entregue a alguno de sus descendientes a Moloc, será castigado con la muerte: el pueblo del país lo hará morir a pedradas. (Levítico 20, 2)
Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas: Si un hombre de la casa de Israel, o alguno de los extranjeros residentes en Israel presenta su ofrenda al Señor para un holocausto -ya sea en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria- (Levítico 22, 18)
ni aceptarán estos animales a los extranjeros para ofrecerlos como alimento de su Dios, porque en ellos hay una deformidad y tienen un defecto. Por eso no les serán aceptados. (Levítico 22, 25)
La tierra no podrá venderse definitivamente, porque la tierra es mía, y ustedes son para mí como extranjeros y huéspedes. (Levítico 25, 23)
También podrán adquirirlos entre los hijos y familiares de los extranjeros que residan entre ustedes, entre aquellos que hayan nacido en Israel. Ellos serán propiedad de ustedes, (Levítico 25, 45)
Y si algún extranjero reside entre ustedes podrá celebrar la Pascua del Señor; lo hará conforme a las prescripciones del ritual. Las mismas prescripciones valdrán para todos ustedes, sean extranjeros o nativos del país. (Números 9, 14)
En la asamblea, habrá una sola ley para ustedes y para los extranjeros. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. El extranjero hará lo mismo que ustedes delante del Señor. (Números 15, 15)
En una palabra, el mismo ritual y la misma disposición estará en vigencia para ustedes y para los extranjeros que residan entre ustedes. (Números 15, 16)
El que recoja las cenizas de la vaca deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. Este es un decreto irrevocable para los israelitas y para los extranjeros que vivan entre ellos. (Números 19, 10)
mientras los egipcios enterraban a sus primogénitos, que el Señor había herido de muerte, dando así un justo escarmiento a sus dioses. (Números 33, 4)