Encontrados 419 resultados para: comida en el desierto
Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (Lucas 7, 24)
Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: «Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto». (Lucas 9, 12)
Porque la vida vale más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. (Lucas 12, 23)
Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: «Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual». (Lucas 22, 8)
Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías». (Juan 1, 23)
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, (Juan 3, 14)
Jesús les respondió: «Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra. (Juan 4, 34)
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo». (Juan 6, 31)
Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. (Juan 6, 49)
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. (Juan 6, 55)
Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y allí permaneció con sus discípulos. (Juan 11, 54)
Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua. (Juan 18, 28)