Encontrados 248 resultados para: Diez Cuernos

  • Después de esto, yo estaba mirando en las visiones nocturnas y vi un cuarto animal, terrible, espantoso y extremadamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro, comía, trituraba y el resto lo pisoteaba con las patas. Era diferente de todos los animales que lo habían precedido, y tenía diez cuernos. (Daniel 7, 7)

  • Yo observaba los cuernos, y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba entre ellos. Tres de los cuernos anteriores fueron arrancados delante de él, y sobre este cuerno había unos ojos como de hombre y una boca que hablaba con insolencia. (Daniel 7, 8)

  • y también acerca de los diez cuernos de su cabeza, y del otro cuerno que se había elevado y ante el cual habían caído tres; es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con insolencia, y que parecía más grande que los otros. (Daniel 7, 20)

  • En cuanto a los diez cuernos, de este reino surgirán diez reyes, y otro surgirá después de ellos: será diferente de los anteriores y abatirá a tres reyes. (Daniel 7, 24)

  • Alcé mis ojos, miré, y vi un carnero que estaba parado ante el río. Tenía dos cuernos; los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro, y el más alto se elevó en último término. (Daniel 8, 3)

  • Llegó hasta el carnero de los dos cuernos, que yo había visto parado ante el río, y corrió hacia él con todo el ardor de su fuerza. (Daniel 8, 6)

  • Lo vi avanzar hacia el carnero, hecho una furia contra él; lo golpeó y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tuvo fuerza para resistir ante él: lo arrojó por tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder. (Daniel 8, 7)

  • Así el chivo se engrandeció enormemente; pero una vez que se hizo fuerte, el cuerno grande se quebró, y cuatro cuernos imponentes se elevaron en lugar de él, hacia los cuatro vientos del cielo. (Daniel 8, 8)

  • El carnero que viste con dos cuernos representa a los reyes de los medos y de los persas; (Daniel 8, 20)

  • Porque así habla el Señor, a la casa de Israel: De la ciudad que sale a combatir con mil hombres quedarán sólo cien, y de la que sale con cien no quedarán más que diez para la casa de Israel. (Amós 5, 3)

  • Y si quedan diez hombres en una sola casa, morirán. (Amós 6, 9)

  • ¿qué les pasaba a ustedes? Alguien iba a pesar un montón de grano estimado en veinte medidas, y no había más que diez; iba al lagar para sacar cincuenta medidas, y no había más que veinte. (Ageo 2, 16)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina