Encontrados 719 resultados para: seis días

  • Tú mismo podrás comprobar que no hace más de doce días que subí a Jerusalén en peregrinación, (Hecho de los Apóstoles 24, 11)

  • Algunos días después vino Félix con su esposa, Drusila, que era judía. Mandó llamar a Pablo y lo dejó hablar de la fe en Cristo. (Hecho de los Apóstoles 24, 24)

  • Tres días después de su llegada a la provincia, Festo subió de Cesarea a Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 25, 1)

  • Festo no permaneció en Jerusalén más de ocho o diez días y luego volvió a Cesarea. Al día siguiente se sentó en el tribunal y mandó llamar a Pablo. (Hecho de los Apóstoles 25, 6)

  • Transcurridos unos días, llegaron a Cesarea el rey Agripa y su hermana Berenice para saludar a Festo. (Hecho de los Apóstoles 25, 13)

  • Durante varios días navegamos lentamente, y con muchas dificultades llegamos frente a Cnido. Como el viento no nos dejaba entrar en ese puerto, navegamos al abrigo de Creta, dando vista al cabo Salmón. (Hecho de los Apóstoles 27, 7)

  • Como la tempestad seguía con la misma violencia, los días pasaban y no se veían ni el sol ni las estrellas: estábamos perdiendo ya toda esperanza. (Hecho de los Apóstoles 27, 20)

  • Como hacía días que no comíamos, Pablo se puso en medio y les dijo: «Amigos, ustedes tenían que haberme escuchado y no salir de Creta, pues nos habríamos ahorrado este peligro y esta pérdida. (Hecho de los Apóstoles 27, 21)

  • Como aún no amanecía, Pablo los invitó a que se alimentaran, diciéndoles: «Hace catorce días que no tomamos nada; no hacemos más que esperar y permanecemos en ayunas. (Hecho de los Apóstoles 27, 33)

  • En total éramos (doscientas) setenta y seis personas en el barco. (Hecho de los Apóstoles 27, 37)

  • Los terrenos cercanos pertenecían al hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó amigablemente tres días. (Hecho de los Apóstoles 28, 7)

  • Navegamos hacia Siracusa, donde permanecimos tres días. (Hecho de los Apóstoles 28, 12)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina