Encontrados 260 resultados para: puerta abierta
Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas. (Evangelio según San Juan 10, 7)
Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento. (Evangelio según San Juan 10, 9)
mientras que Pedro se quedó fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, y habló con la portera, que dejó entrar a Pedro. (Evangelio según San Juan 18, 16)
La muchacha que atendía la puerta dijo a Pedro: «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre.» Pedro le respondió: «No lo soy». (Evangelio según San Juan 18, 17)
acababan de dejar allí a un tullido de nacimiento. Todos los días lo colocaban junto a la Puerta Hermosa, que es una de las puertas del Templo, para que pidiera limosna a los que entraban en el recinto. (Hecho de los Apóstoles 3, 2)
y lo reconocieron: ¡Es el tullido que pedía limosna junto a la Puerta Hermosa! Y quedaron sin palabras, asombrados por lo que había sucedido. (Hecho de los Apóstoles 3, 10)
Y Pedro le replicó: «¿Se pusieron, entonces, de acuerdo para desafiar al Espíritu del Señor? Ya están a la puerta los que acaban de enterrar a tu marido y te van a llevar también a ti.» (Hecho de los Apóstoles 5, 9)
Después de volver en sí, Pedro buscaba en vano el significado de esa visión, cuando justamente se presentaron los hombres enviados por Cornelio. Habían preguntado por la casa de Simón y ahora estaban a la puerta. (Hecho de los Apóstoles 10, 17)
Llegaba el día en que Herodes iba a hacerlo comparecer; aquella misma noche Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas, y otros guardias custodiaban la puerta de la cárcel. (Hecho de los Apóstoles 12, 6)
Pasaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió sola. Salieron y se metieron por un callejón, y de repente lo dejó el ángel. (Hecho de los Apóstoles 12, 10)
Llamó a la puerta, y fue a atender una muchacha llamada Rodesa. (Hecho de los Apóstoles 12, 13)
Reconoció la voz de Pedro, y fue tanta su alegría, que en vez de abrir la puerta entró corriendo a contar que Pedro estaba a la puerta. (Hecho de los Apóstoles 12, 14)