Encontrados 355 resultados para: profeta Samuel

  • y le pasaron el libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito: (Evangelio según San Lucas 4, 17)

  • Y Jesús añadió: «Ningún profeta es bien recibido en su patria. (Evangelio según San Lucas 4, 24)

  • También había muchos leprosos en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.» (Evangelio según San Lucas 4, 27)

  • Un santo temor se apoderó de todos y alababan a Dios, diciendo: «Es un gran profeta el que nos ha llegado. Dios ha visitado a su pueblo.» (Evangelio según San Lucas 7, 16)

  • Entonces, ¿qué fueron a ver? ¿Un profeta? Eso sí, y créanme, más que profeta. (Evangelio según San Lucas 7, 26)

  • Al ver esto el fariseo que lo había invitado, se dijo interiormente: «Si este hombre fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora, conocería a la mujer y lo que vale.» (Evangelio según San Lucas 7, 39)

  • Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y un poco más, porque no es correcto que un profeta sea asesinado fuera de Jerusalén. (Evangelio según San Lucas 13, 33)

  • Y si respondemos que era cosa de hombres, todo el pueblo nos apedreará, pues está convencido de que Juan era un profeta.» (Evangelio según San Lucas 20, 6)

  • «¿Qué pasó?», les preguntó. Le contestaron: «¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. (Evangelio según San Lucas 24, 19)

  • Le preguntaron: «¿Quién eres, entonces? ¿Elías?» Contestó: «No lo soy.» Le dijeron: «¿Eres el Profeta?» (Evangelio según San Juan 1, 21)

  • Juan contestó: «Yo soy, como dijo el profeta Isaías, la voz que grita en el desierto: Enderecen el camino del Señor.» (Evangelio según San Juan 1, 23)

  • y le hicieron otra pregunta: «¿Por qué bautizas entonces, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» (Evangelio según San Juan 1, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina