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  • Si el dueño estuvo presente, no hay restitución. Si el animal es alquilado, el dueño recibirá el alquiler. (Exodo 22, 14)

  • En el mismo Pectoral de las Sentencias pondrás el Urim y el Tumin para que estén sobre el corazón de Aarón cuando se presente delante de Yavé, y sobre su corazón llevará el Pectoral de las Sentencias de los hijos de Israel en la presencia de Yavé. (Exodo 28, 30)

  • Cuando alguno de ustedes presente a Yavé una ofrenda de animales, esta ofrenda podrá ser de ganado mayor o menor. (Levítico 1, 2)

  • Presentarás al sacerdote dichas ofrendas que llevas a Yavé, para que las presente al altar. (Levítico 2, 8)

  • Toda ofrenda que presente uno de los sacerdotes será consumida totalmente; no se comerá nada de ella.» (Levítico 6, 16)

  • «Habla a los hijos de Israel y diles: El que presente a Yavé un sacrificio de comunión le regalará una porción del sacrificio. (Levítico 7, 29)

  • Le dijo: «Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Santuario que está detrás del velo, ni se presente ante el lugar del Perdón que está encima del Arca, no sea que muera, pues es allí donde yo me manifiesto en medio de la nube, encima del Lugar del Perdón. (Levítico 16, 2)

  • «Habla a Aarón y a sus hijos y a todos los hijos de Israel y diles: Cuando un israelita, o un forastero en Israel, presente una ofrenda en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria a Yavé, (Levítico 22, 18)

  • Tal vez se presente en tu pueblo algún profeta o soñador profesional y pronostique alguna señal o prodigio. (Deuteronomio 13, 2)

  • Por eso Yavé ha desalojado ante ustedes a pueblos numerosos y poderosos; ninguno pudo resistirles hasta el presente. (Josué 23, 9)

  • En cuanto terminó de ofrecer el presente, Ehud dio la señal de partida a los hombres que habían traído todas las cosas; (Jueces 3, 18)

  • No te vayas de aquí hasta que yo vuelva con una ofrenda y te la presente.» El respondió: «Aquí mismo voy a esperar.» (Jueces 6, 18)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina