Encontrados 572 resultados para: huida a Egipto

  • La frontera meridional de Gad irá desde Tamar hacia las aguas de Meribá de Cadés, y hasta el Gran Mar siguiendo el torrente de Egipto. (Ezequiel 48, 28)

  • Y ahora, Señor, Dios nuestro, que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de Egipto y te ganaste una fama que dura hasta el presente, nosotros hemos pecado, hemos sido malos. (Daniel 9, 15)

  • Tendrá la victoria en sus guerras y se hará dueño de sus mismos dioses, sus estatuas y sus objetos de plata y oro. Este será el botín que se llevará a Egipto; y durante algunos años se quedará lejos del rey del norte (Daniel 11, 8)

  • Extenderá su mano sobre varios países e incluso Egipto. (Daniel 11, 42)

  • Se apoderará de los tesoros de oro y plata y de todos los objetos preciosos de Egipto. Libios y etíopes se le unirán (Daniel 11, 43)

  • Le devolveré sus viñas, convertiré el valle de la Mala Suerte en un lugar de esperanzas. Y allí ella me responderá como cuando era joven, como en los días en que subió de Egipto. (Oseas 2, 17)

  • Efraím es como una paloma tonta y sin juicio, pues o bien llaman a Egipto, o bien parten a Asiria. (Oseas 7, 11)

  • Prefieren lo que es malo y son como un arco que no apunta. Sus jefes morirán acuchillados por haber proferido tantas injurias, y en Egipto se reirán de ellos. (Oseas 7, 16)

  • ¿Acaso quieren ofrecer sacrificios? ¡Que los ofrezcan, pues, y que se coman la carne! Pero Yavé no se siento agradecido por ellos, pues se está acordando de su falta; va a castigar sus pecados y los va a mandar nuevamente a Egipto. (Oseas 8, 13)

  • No vivirán más en la tierra de Yavé, Efraím volverá a Egipto y en su destierro de Asiria comerán alimentos impuros. (Oseas 9, 3)

  • Ustedes saldrán, pero huyendo después de la derrota. Egipto los recogerá, y en Menfis serán sepultados. Las ortigas guardarán sus tesoros de plata y las zarzas crecerán en sus casas. (Oseas 9, 6)

  • Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. (Oseas 11, 1)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina