Encontrados 172 resultados para: herencia

  • escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel (pues les enseñarás el camino bueno por el que deben andar) y manda lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo por herencia. (2 Crónicas 6, 27)

  • Israel vio que el nuevo rey no los atendía y replicaron al rey: «¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia que recibir del hijo de Jesé. ¡A tus tiendas, Israel! Mira ahora por tu casa, David.» (2 Crónicas 10, 16)

  • Por tanto, no den sus hijas como esposas para los hijos de ellos; ni tomen las hijas de ellos para sus hijos; no cooperen a la prosperidad y bienestar de ellos. Háganse fuertes, coman los mejores frutos de la tierra y déjensela en herencia a sus hijos para siempre. (Esdras 9, 12)

  • Yo les contesté: «El Dios de los Cielos nos dará éxito. Nosotros, sus siervos, vamos a ponernos a trabajar. En cuanto a ustedes, no tienen derechos, ni herencia, ni méritos de qué valerse en Jerusalén.» (Nehemías 2, 20)

  • Luego sacudí los dobleces de mi manto, diciendo: «Así sacuda Dios fuera de su casa y de su herencia a todo aquel que no cumpla esta palabra, y que sea tan sacudido que quede sin nada.» Toda la asamblea contestó: «Así sea», y alabó a Yavé. Y el pueblo cumplió su promesa. (Nehemías 5, 13)

  • Tendremos que responder de esta profanación con nuestra propia sangre. Dios nos pedirá cuentas por la muerte de nuestros hermanos, la esclavitud de nuestro pueblo y la ruina de nuestra herencia. (Judit 8, 22)

  • Y ahora, Señor Dios, Rey, Dios de Abraham, salva a tu pueblo, pues piensan liquidarnos y quieren destruir tu antigua herencia. (Ester 13, 15)

  • Esta es la herencia que el malvado recibe de Dios, tal es la parte que le fijó.» (Job 20, 29)

  • No se hallaban en el país mujeres tan bellas como las hijas de Job. Y su padre les dio parte de la herencia junto con sus hermanos. (Job 42, 15)

  • Pídeme y serán tu herencia las naciones, tu propiedad, los confines de la tierra. (Salmos 2, 8)

  • El Señor es la herencia que me toca y mi buena suerte: ¡guárdame mi parte! (Salmos 16, 5)

  • Es feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escoge como herencia. (Salmos 33, 12)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina