Encontrados 1353 resultados para: guerra contra los santos

  • se alistaron treinta y dos mil doscientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 35)

  • se alistaron treinta y cinco mil cuatrocientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 37)

  • fueron alistados sesenta y dos mil setecientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 39)

  • fueron alistados cuarenta y un mil quinientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 41)

  • fueron alistados cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 43)

  • Estos son los hijos de Israel aptos para la guerra contados por Moisés y Aarón, ayudados por los doce jefes de Israel, uno de cada tribu. (Números 1, 44)

  • mientras que los levitas acamparán alrededor de la Morada del Testimonio, y cuidarán de ella, para que así no venga la cólera contra la comunidad de los hijos de Israel.» (Números 1, 53)

  • Estos fueron los hijos de Israel contados según sus familias paternas. El total de los hombres alistados para la guerra en los diversos campamentos y repartidos en diferentes cuerpos de ejército era de seiscientos tres mil quinientos cincuenta. (Números 2, 32)

  • Cuando ya estén en su tierra y salgan a combatir al enemigo que les trae la guerra, ustedes tocarán las trompetas con estrépito; así se acordará Yavé, Dios de ustedes, y los librará de sus enemigos. (Números 10, 9)

  • El pueblo murmuró malvadamente a los oídos de Yavé. Yavé lo oyó y se enojó: se encendió el fuego de Yavé contra el pueblo y devoró las primeras tiendas del campamento. (Números 11, 1)

  • Entonces el pueblo le suplicó a Moisés. Moisés intercedió ante Yavé y el fuego se apagó. A ese lugar se le dio el nombre de Tabera porque se había encendido contra ellos el fuego de Yavé. (Números 11, 2)

  • Pero aún tenían la carne entre los dientes, y todavía no terminaban de masticarla, cuando la cólera de Yavé se encendió contra el pueblo. Yavé le asestó al pueblo un golpe tremendo. (Números 11, 33)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina