Encontrados 129 resultados para: falso testimonio
Moisés depositó esas varillas delante de Yavé en la Tienda del Testimonio. (Números 17, 22)
Al día siguiente, cuando Moisés entró en la Tienda del Testimonio, la varilla de la tribu de Leví presentada por Aarón había florecido: le habían aparecido yemas, había botones de flores y las almendras habían madurado. (Números 17, 23)
Yavé dijo entonces a Moisés: "Vuelve a poner la varilla de Aarón delante del Testimonio; allí permanecerá como una advertencia para los rebeldes. Así alejarás de mí sus murmuraciones y no morirán". (Números 17, 25)
También harás que participen en el culto los Levitas: son tus hermanos, de la tribu de tu padre. Te ayudarán y te asistirán cuando tú y tus hijos tengan que servir en la Tienda del Testimonio. (Números 18, 2)
No darás falso testimonio contra tu prójimo. (Deuteronomio 5, 20)
Un solo testigo no es suficiente para condenar a un hombre, sea cual fuere el delito o falta de que se le acusa; sólo por el testimonio de dos o tres testigos se decidirá la causa. (Deuteronomio 19, 15)
Escribe, pues, este libro y enséñaselo a los hijos de Israel para que lo recen de memoria. Este cántico me servirá de testimonio contra los hijos de Israel. (Deuteronomio 31, 19)
Y cuando les sucedan males y calamidades sin número, este cántico dará testimonio contra ellos, ya que sus descendientes no lo olvidarán. Pues conozco esa gente y no se me escapan sus malas disposiciones cuando todavía no han entrado en la tierra que les tengo prometida.» (Deuteronomio 31, 21)
«Tomen el libro de esta Ley y pónganlo al lado del Arca de la Alianza de Yavé, nuestro Dios. Allí quedará como testimonio contra ustedes. (Deuteronomio 31, 26)
Yavé les mandó profetas que dieron testimonio contra ellos para que volvieran a él, pero no les prestaron oídos. (2 Crónicas 24, 19)
¡Tú lo conoces todo! Tú sabes bien, Señor, que no ha sido por orgullo ni soberbia, ni por un falso prestigio, por lo que me he negado a agacharme delante de ese creído de Amán; (Ester 13, 12)
porque me sacaste de la muerte; no dejaste que diera un paso en falso. En presencia de Dios seguiré caminando a la luz de los vivos. (Salmos 56, 14)