Encontrados 50 resultados para: alabanza

  • Invoqué a Yavé, digno de alabanza, y me encuentro libre de mis enemigos. (2 Samuel 22, 4)

  • Grande es el Señor y digno de alabanza, más tremendo que todos los dioses. (1 Crónicas 16, 25)

  • cuatro mil serán porteros y cuatro mil alabarán a Yavé con los instrumentos que hice para su alabanza.» (1 Crónicas 23, 5)

  • Miró, y vio al rey junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo lleno de alegría que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (2 Crónicas 23, 13)

  • Después el rey Ezequías y los jefes mandaron a los levitas que alabaran a Yavé con las palabras de David y del vidente Asaf; y ellos cantaron alabanza con alegría, se pusieron de rodillas y se postraron. (2 Crónicas 29, 30)

  • Reedificó el altar de Yavé y ofreció sacrificios de comunión y de alabanza; y mandó a Judá que sirviera a Yavé, el Dios de Israel. (2 Crónicas 33, 16)

  • y los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabnía, Seregías, Hodías, Sebanías y Petafías dijeron: «Levántense, bendigan a Yavé, nuestro Dios, desde siempre y para siempre. Bendito sea tu nombre glorioso que sobrepasa toda bendición y alabanza.» (Nehemías 9, 5)

  • Levitas: Josué, Benuy, Cadmiel, Serebías, Judá, Mattanías, encargado de la alabanza con sus hermanos; (Nehemías 12, 8)

  • Los jefes de los levitas eran: Jasabías, Serebías, Josué, Binuy, Cadmiel y sus hermanos, que se ponían frente a ellos para alertar los cantos de alabanza y de acción de gracias, conforme a las instrucciones de David, hombre de Dios; (Nehemías 12, 24)

  • desde los días de David y de Asaf, había jefes de cantores y cantos de alabanza y de acción de gracias a Dios. (Nehemías 12, 46)

  • ¡Alaben a mi Dios con tamboriles, canten al Señor con platillos ofrézcanle un salmo de alabanza, ensalcen e invoquen su nombre! (Judit 16, 1)

  • Tú, sin embargo, estás en el Santuario, de allí sube hasta ti la alabanza de Israel. (Salmos 22, 4)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina