Encontrados 448 resultados para: Primer Libro de Samuel

  • Aún no estaba apagada la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el Templo de Yavé, donde se encontraba el Arca de Dios. (1 Samuel 3, 3)

  • Yavé llamó a Samuel. El respondió: «Aquí estoy», (1 Samuel 3, 4)

  • Volvió a llamar Yavé: «Samuel.» Se levantó Samuel y se fue donde Helí diciendo: «Aquí estoy, pues me has llamado.» Otra vez Helí contestó: «No te he llamado; hijo mío, anda a acostarte.» (1 Samuel 3, 6)

  • Samuel no conocía todavía a Yavé, pues la palabra de Yavé no le había sido dirigida aún. (1 Samuel 3, 7)

  • Como Yavé llamara a Samuel por tercera vez y el joven se presentara nuevamente a Helí, éste comprendió que era Yavé quien le llamaba, (1 Samuel 3, 8)

  • y dijo a Samuel: «Anda a acostarte y si vuelve a llamarte dile: Habla, Yavé, que tu siervo te escucha.» Entonces Samuel se volvió a su habitación y se acostó. (1 Samuel 3, 9)

  • Yavé entró y se paró, y llamó como las otras veces: «Samuel, Samuel.» Este respondió: «Habla, Yavé, que tu siervo escucha.» (1 Samuel 3, 10)

  • Y dijo Yavé a Samuel: «Voy a hacer en Israel una cosa tan tremenda que a todo el que la oiga le zumbarán los oídos. (1 Samuel 3, 11)

  • Samuel continuó acostado hasta la mañana y después abrió las puertas de la Casa de Yavé. Samuel no se atrevía a contarle a Helí lo que había presenciado, (1 Samuel 3, 15)

  • pero Helí lo llamó y le dijo: «Samuel, hijo mío, (1 Samuel 3, 16)

  • Entonces Samuel le dijo todo, sin ocultarle nada. Dijo Helí: «El es Yavé, que haga lo que le parezca.» (1 Samuel 3, 18)

  • Samuel creció y Yavé estaba con él. Y todo lo que Yavé le decía se cumplía. (1 Samuel 3, 19)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina