Encontrados 131 resultados para: Novillo Rojo

  • Entonces traerás el novillo delante de la Tienda de las Citas; allí Aarón y sus hijos le pondrán las manos sobre la cabeza (Exodo 29, 10)

  • Tomando de la sangre del novillo con tu dedo, la pondrás sobre los cuernos del altar; el resto lo derramarás al pie del altar. (Exodo 29, 12)

  • Quemarás fuera del campamento la carne del novillo, con su piel y excrementos, por cuanto es sacrificio por el pecado. (Exodo 29, 14)

  • Cuando se haga la expiación para la purificación del altar, se ofrecerá cada día un novillo para la expiación, un sacrificio por el pecado, y luego ungirás el altar para consagrarlo. (Exodo 29, 36)

  • pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y madera de acacia, (Exodo 35, 7)

  • Los que tenían púrpura violeta y escarlata y carmesí, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y cueros finos, lo traían también. (Exodo 35, 23)

  • Entonces los artesanos más expertos de entre los que ejecutaban el trabajo hicieron la Morada. Hicieron diez cortinas de lino fino retorcido de color jacinto, morado y rojo, adornadas con querubines. (Exodo 36, 8)

  • Hicieron también a la Morada otra cubierta de pieles de carnero, teñidas de rojo, y sobre ésta otra cubierta de cueros finos. (Exodo 36, 19)

  • el toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, el toldo de cueros finos y el velo protector; (Exodo 39, 34)

  • Sacrificará el novillo delante de Yavé y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre derramándola sobre el altar que está a la entrada de la Tienda de las Citas, y todo en derredor. (Levítico 1, 5)

  • Si el que peca es el sumo sacerdote, el ungido, su pecado mancha al pueblo. Ofrecerá a Yavé, por el pecado que cometió, un novillo sin defecto. (Levítico 4, 3)

  • Lo traerá a la Tienda de las Citas a la presencia de Yavé; pondrá la mano sobre la cabeza del novillo, y luego lo sacrificará delante de Yavé. (Levítico 4, 4)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina