Encontrados 38 resultados para: Guardias

  • David se apoderó de los escudos de oro que llevaban los guardias de Hadadezer y los llevó a Jerusalén. (2 Samuel 8, 7)

  • Fue entonces cuando sus arqueros nos dispararon desde lo alto de la muralla; algunos de los guardias del rey murieron y entre ellos, Urías, el heteo.» (2 Samuel 11, 24)

  • Lanzaba piedras a David y a sus oficiales, sin importarle la gente y los guardias que rodeaban al rey. Maldecía al rey en estos términos: (2 Samuel 16, 6)

  • Al llegar llamaron a los guardias de la ciudad, diciéndoles: «Hemos ido al campamento y no hay nadie, ninguna huella de hombre, sólo los caballos y burros atados y las tiendas sin tocar.» (2 Reyes 7, 10)

  • Los guardias gritaron y se supo en la casa del rey. (2 Reyes 7, 11)

  • Al séptimo año, Joyada, jefe de los sacerdotes, mandó llamar a los oficiales de la guardia real y de los guardias carios a la Casa de Yavé. Después de hacer con ellos un pacto con juramento, les mostró al hijo del rey. (2 Reyes 11, 4)

  • Los jefes de los guardias hicieron lo que les dijo el sacerdote Joyada y se presentaron con todos sus hombres, tanto los que salían el día sábado como los que entraban ese día. (2 Reyes 11, 9)

  • Después Joyada puso centinelas en la Casa de Yavé; encabezó a los oficiales, a los guardias del rey, a los guardias carios y a los ciudadanos que acompañaban al rey hasta el palacio. Allí entraron por la Puerta de la Guardia y el rey Joás se sentó en el trono real. (2 Reyes 11, 19)

  • «Sube donde el sumo sacerdote Helquías, y dile que funda el dinero que la gente ofrece para la Casa de Yavé y que recogen los guardias de las puertas, (2 Reyes 22, 4)

  • Luego les dije: «Se abrirán las puertas de Jerusalén sólo cuando el sol comience a calentar; y cuando todavía sea de día se cerrarán con cerrojos, mientras los guardias estén en sus puestos. Y durante la noche los habitantes de Jerusalén montarán la guardia, unos en sus puestos, y otros, delante de sus casas.» (Nehemías 7, 3)

  • Los guardias personales de Holofernes y todos sus oficiales salieron para introducirla en la tienda. (Judit 10, 20)

  • pues había pedido a Holofernes que ordenara a sus guardias que la dejaran salir. Judit permaneció tres días en el campamento, y cada noche iba al valle de Betulia y se lavaba en la fuente donde estaban los guardias. (Judit 12, 7)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina